El sueño es un pilar fundamental de la existencia humana, pero su intrincada relación con nuestra salud sigue siendo un enigma. En este artículo exclusivo, empezamos a explorar la epigenética de la pérdida de sueño y el impacto transformador que ejerce sobre nuestro bienestar.
La crianza de bebés y niños pequeños suele ir acompañada de interrupciones rutinarias del sueño, lo que a menudo resulta en falta de sueño para los padres.
En los primeros 6 meses de vida en particular, los patrones de sueño de los bebés están llenos de despertares nocturnos, principalmente debido a las frecuentes tomas de alimentos, una responsabilidad que a menudo recae en las madres.
Por lo tanto, para muchas madres, el posparto es un período de mala calidad de sueño y duración reducida del sueño. Aunque existe evidencia de que este sueño fragmentado e insuficiente durante la posparto afecta el funcionamiento durante el día, incluyendo un aumento de la fatiga, trastornos del estado de ánimo y somnolencia, no está claro el impacto de las interrupciones del sueño debido al posparto en los procesos biológicos relacionados con la salud y la enfermedad.
Las últimas investigaciones han demostrado que la insuficiencia de sueño y la cronificación del sueño, producen efectos inflamatorios que aumentan la probabilidad de tener enfermedades relacionadas con la edad y así como un mayor riesgo de muerte.
Sin embargo, no se conoce el efecto del déficit de sueño en mujeres posparto, y cómo puede afectar al envejecimiento. Abordar si la insuficiencia de sueño rutinaria durante la paternidad puede acelerar el envejecimiento biológico, es un tema interesante, así como la necesidad de intervenciones para abordar este problema.
Se han propuesto diferentes mecanismos moleculares que aumentan el riesgo para la salud como resultado de un sueño insuficiente, entre ellos encontramos la inflamación, disfunción de los sistemas fisiológicos y un envejecimiento acelerado. Esto es importante, porque el ritmo al que una persona envejece a nivel biológico es un indicador del riesgo mortalidad, mientras que identificar los factores que influyen en el envejecimiento biológico puede resultar en la prevención o el retraso del inicio de enfermedades.
Un estudio llevado a cabo por el grupo de Schetter observó que en solo una sola noche de privación de sueño se producía una activación de genes relacionados con la inflamación, el daño al ADN y la senescencia celular. Otro estudio, también relacionó la duración corta del sueño, la mala calidad del sueño y el insomnio con una longitud más corta de los telómeros en los leucocitos. Estos hallazgos destacan los posibles mecanismos moleculares a través de los cuales el sueño insuficiente afecta el riesgo de enfermedad posterior.
Además de la longitud de los telómeros, en los últimos años se ha propuesto el papel de los reloj epigenéticos, que sirven como una estimación de la edad biológica. Varios estudios epidemiológicos han utilizado estimaciones de relojes biológicos basados en la metilación del ADN para estimar la edad biológicay predecir resultados importantes, como la mortalidad, la aptitud física y el riesgo de enfermedad.
Fuente
Carroll JE, Ross KM, Horvath S, Okun M, Hobel C, Rentscher KE, Coussons-Read M, Schetter CD. Postpartum sleep loss and accelerated epigenetic aging. Sleep Health. 2021 Jun;7(3):362-367. doi: 10.1016/j.sleh.2021.02.002. Epub 2021 Apr 24. PMID: 33903077; PMCID: PMC10027398.